Tal vez en la revelación menos impactante del año, el gobierno chino está utilizando automóviles conectados para controlar a los ciudadanos.
Un informe de la Associated Press encontró que más de 200 fabricantes de automóviles, incluidos Tesla, Volkswagen, BMW, Daimler, Ford, General Motors, Nissan y Mitsubishi, están proporcionando información en vivo a las autoridades chinas.
Los fabricantes de automóviles afirman que es para cumplir con las leyes nacionales. Los funcionarios chinos no niegan la recopilación de datos, pero dicen que es con fines analíticos mejorar cosas como la seguridad pública y la planificación de la infraestructura.
Los críticos dicen que la recopilación de datos va más allá de lo necesario. Otros mercados importantes, como los EE. UU., Europa y Japón, no recopilan datos en tal medida.
Una instalación dedicada llamada Centro de recopilación, monitoreo e investigación de datos públicos de vehículos eléctricos de Shanghai presenta una pantalla llena de puntos que se mueven en tiempo real por las calles de Shanghai. Se puede hacer clic en cada punto para obtener información detallada sobre el vehículo hasta su carga restante en la batería.
Dichos datos podrían usarse en conjunto con la vigilancia policial. Por ejemplo, para evitar persecuciones prolongadas y peligrosas, un vehículo de la policía podría atacar el automóvil de un sospechoso cuando la batería está baja, aunque no es difícil prever que la policía pueda desactivar remotamente los automóviles conectados.
En el mundo occidental, todo esto puede ser un shock. En China, donde la censura de internet y cosas como el reconocimiento facial son solo una parte de la vida diaria, no lo es tanto.
Sin embargo, plantea la pregunta de si los fabricantes de automóviles se verán tentados a vender datos de usuarios claramente valiosos a terceros.
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